martes, 10 de junio de 2014

REFLEXIONANDO…

mujeres en jardin pintura al pastel Hace bastante que no entro por aquí y lo primero que tengo que decir es que nuestro canario nos ha dejado hace un par de días Triste

     Parece mentira cuánto se puede echar de menos a algo tan pequeño…

     Cambiando el tercio, quería hoy reflexionar sobre algo que me pasó ayer.

     Como sabréis, Facebook envía notificaciones de los cumpleaños de tus amigos y familiares.

     Ayer era el cumpleaños de una amiga y antigua compañera de trabajo, así que le escribí para felicitarla. Me respondió con un Me gusta…

     Leyendo a otros que la felicitaban me enteré de que ha tenido un bebé. A mí ni siquiera me mencionó que estaba embarazada, así que entenderéis mi sorpresa…

     Nos conocimos en el trabajo hace ya unos cuantos años. El nivel de conexión entre nosotras fue brutal. Teníamos muchas cosas en común, teníamos intereses afines y gustos parecidos. Cuando se marchó (le ofrecieron un trabajo mejor), mantuvimos el contacto, a través de correos electrónicos y de Messenger, por que no teníamos medio de vernos por sus horarios laborales y mi propio trabajo.

     Obviamente, nos fuimos distanciando y nos comunicábamos, muy de cuando en cuando a través de Facebook, hasta llegar a mi felicitación cumpleañera (lleva un par de años sin acordarse de mi cumpleaños) y poco más.

     Y ayer, me encuentro con que ha pasado un embarazo y ha tenido un bebé y ni siquiera me lo mencionó…

     Me sorprende también, el poco eco que le ha dado a su estado…

     Quiero decir, que he visto que otras amigas o conocidas anuncian su estado, ponen fotos del avance de su embarazo y terminan colgando imágenes de sus retoños.

     En este caso, ni siquiera cuenta la buena nueva. Nada, absolutamente nada.

     Y os preguntaréis cómo me he enterado al fin… Pues leyendo comentarios de su muro. Gente que la felicitaba y mencionaba a su pequeño… Así me enteré de que una de mis mejores amigas había dado un paso gigante en su vida, y que yo no he merecido saberlo…

     Estamos de acuerdo en que todos tenemos unas responsabilidades y unos deberes en la vida, pero… ¿de verdad nos absorben tanto que no tenemos ni un minuto para felicitar a un amigo o familiar, o preguntarles como les va? ¿En serio estamos ocupados las 24h del día?

     Venga, en serio. Todos, o casi todos tenemos Whatsapp o cualquier otra aplicación de ese tipo. ¿Queréis decirme que tenemos tiempo para enviarnos vídeos o fotos chorras, pero no para preguntarnos cómo estamos o si otra persona necesita de nosotros?

     Hace poco alguien hablaba de lo bueno que es ser humano, porque hemos avanzado mucho y no sé qué más… Personalmente, creo que el ser humano es una mierda de proporciones importantes y que nos estamos convirtiendo en, no sé, algo parecido a robots. Vamos a lo nuestro con el piloto automático puesto sin importarnos lo que sucede a nuestro alrededor.

     Arrollamos a quién se nos pone por delante, hacemos daño porque sí, porque podemos. Matamos, eliminamos lo hermoso del mundo y, encima, vamos presumiendo de ser mejores porque podemos razonar y hablar…

     Y, sí, hay gente buena, buenísima. Y se le paga criticándola, sembrando cizaña a su alrededor quitando méritos a sus acciones sólo porque no hemos sido nosotros los que han hecho esos actos de bondad…

     Probablemente mi amistad con esta chica ya está demasiado dañada. Ahora nos limitaremos a seguir felicitándonos por Facebook (al menos yo sí lo haré) y, si nos vemos, mantendremos una conversación cortés y fría… ¿no es una pena? Si tan sólo hubiéramos mostrado un mínimo interés no estaríamos así.

     Ahí lo dejo…

    ¿Que creéis vosotros? ¿Os ha pasado algo similar? ¿Sois los ignorados o los que olvidáis a vuestras amistades?