martes, 28 de mayo de 2013

DUDA…

¿Cómo se supone que voy a encontrar trabajo si, hasta para un puñetero curso de jardinería, te piden más requisitos (“requisitos mínimos” ponen; encima, con recochineo) que para entrar en la NASA?

mafalda-enfadada

martes, 7 de mayo de 2013

SE ECHA DE MENOS…

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Hoy leía esto y pensé que realmente es una costumbre que se ha perdido…

     Cuando era pequeña, aunque no lo recuerde mucho, las madres y las abuelas solían cantar mientras realizaban las tareas caseras…

     Tengo oído que, cuando no había lavadoras y se iba a lavar al río, las mujeres cantaban. Cantaban cuando iban a por agua, lo hacían cuando llevaban comida a su maridos…

     En el ámbito del hogar, mi madre me decía que una tía mía siempre cantaba mientras hacía las camas. Supongo que ella también cantaba… De hecho, hasta no hace mucho, conservaba unas cintas de cassette (¿sabéis lo que son, no?) en las que mi madre cantaba a la par que la radio mientras una pequeña mini-yo hacía sus primeros gorgoritos…

     Lo de los hombres cantando en los bares… no lo recuerdo, la verdad. Aunque es cierto que aquí, en Asturias, los hombres acostumbraban echar unos cancios en los chigres (vamos, que cantaban en los bares) y supongo que en otras regiones pues se hacía lo propio (y no necesariamente porque estuvieran borrachos, mal pensados Lengua fuera).

     En cualquier caso ya no es lo mismo… bien sea porque los tiempos que corren no invitan demasiado a la alegría y al cante o porque los viejos cantares se han perdido (somos demasiado modernos para cantar las coplas, fandangos, jotas, cancios… de nuestros abuelos), ya no se canta, ni siquiera en casa…

     No hace tanto, si tenías obreros en casa o en una obra cercana, los oías si no cantar, al menos silbar… ahora lo más que oyes es cómo se cagan en la madre del gobierno de turno, o hablan del último partido…

     Y las mujeres tampoco cantan… las tareas de casa son tareas silenciosas, acompañadas si acaso del ruido de fondo de la tele o la radio…

     Y para que no os echéis las manos a la cabeza y me acuséis de machista (aunque todos sabemos que la distinción hombre-trabaja fuera, mujer-trabaja en casa(y en la calle) sigue existiendo), las mujeres que trabajan tampoco cantan…si lo hacen en una oficina, porque no es oportuno, pero si trabajan en limpieza, por ejemplo, que es lo que más conozco, tampoco…

     Aunque hay casos como una chica de la limpieza que silba o canta a pleno pulmón y, tristemente, llama la atención porque es la única que parece feliz en un mundo que nos están arrebatando sin que movamos un dedo.

     Yo trabajo en la limpieza (cuando trabajo) y tampoco canto. Es verdad que siempre llevo música conmigo, pero el pudor me puede y no canto.

     Pero sí lo hago en casa. Al igual que mi madre hace muchos años, cuando hago algo por casa, pongo el mp3, o el iPod, o el equipo de música y limpio o hago lo que sea al ritmo de la música y me lanzo a cantar… con las consecuencias típicas para el clima Lengua fuera.

     Pues eso, las nuevas tecnologías nos han amuermado y los malos tiempos que corremos nos amargan de tal manera, que ya nadie tiene ilusión, ni por cantar ni por nada. Las tareas, ya sean caseras o propias de nuestro oficio son tristes y rutinarias…

     Y, pensando en la frase de Javier Cámara, tipo que por cierto me cae muy bien, pienso que, las raras ocasiones en que oigo a la de la limpieza silbar o cantar o veo a algún repartidor silbando, se me pone una sonrisa en la cara… ese tipo de sonrisa bobalicona que no sabes a qué viene… o sí, si que lo sabes: en medio de las tinieblas, has encontrado a alguien feliz.

miércoles, 1 de mayo de 2013

GENTE FALSA

caraaas¿Sabéis esa gente que es muy maja contigo y que, cuando te das la vuelta, te critica sin piedad?

     ¡Venga! Seguro que todos sabéis de quién os hablo. En toda pandilla hay uno o varios de esos ejemplares…

     Es esa chica tan maja que te dice cuánto le gusta lo que te has hecho en el pelo y cómo te has maquillado… ¡Oh! Y ese vestido nuevo… le encanta.

     Y vosotros, chicos, ya sabéis, es ese que se ríe de vuestros chistes, os felicita por vuestro nuevo coche (o moto).

     En general, son aquellas personas que te felicitan por nueva pareja, porque te vas a casar, por tu paternidad… Si les preguntas, les encanta tu nuevo piso y cómo lo has decorado.

     Pero, en realidad, se ríen de ti a tus espaldas…

     Sí, amigos, esta gentuza, son aquellos que cuando tú no estás, se matan de risa contando a quien quiera escucharles, lo mal que te sienta el corte de pelo, lo fea que es tu pareja, lo que has engordado últimamente (el hecho de que hayas engordado por embarazo, a veces les causa más gracia aún)… Se parten el culo contando como te has creído, pobre ilus@, que es tu amig@ y le has contado que te has enamorado de X o algo sumamente íntimo… que divulgan sin ningún pudor…

     Librarse de ellos es fácil… si tienes un amigo de verdad y, en cuanto se entera de esto, te avisa… Cortas la relación con esa “persona” y en paz.

     Existe otro tipo de gente falsa, y es esa que, a veces es un vecino o alguien del barrio o incluso un familiar…

     Esta sub especie se caracteriza por ser todo sonrisas cuando habla contigo. Es, o suele ser, muy amable, te dice que le tienes ahí para lo que necesites… son gente guay… o eso te hacen creer. Por que, ¿no os ha pasado que esa persona que ayer fue tan maja con vosotros, que te hizo creer que conectabais hasta el punto de que pensaras: Coño, pues puede que seamos amigas y todo; nos ha pasado digo, que hoy ni os ha saludado?

     Este tipo de seres son muy majos cuando están solos contigo, pero si van con otra gente ya son lo son tanto… Es como que tú eres perfecta para determinadas situaciones (como cuando necesita algo o se aburre y no tiene con quien hablar), pero cuando está con sus verdaderas amistades (¿tan falsas como ella? Espero que sí, que se joda.) ya no molas y te ignora…

     También tiene fácil solución: Tratarlas de la misma manera y, sobre todo, no irte de la lengua sobre conocidos comunes… lo que tú dices hoy, ella lo contará mañana… a su manera…

     ¿A qué viene todo este rollo? Pues a que, obviamente, odio a este tipo de gentuza, que no aporta nada ni a mi vida ni a la sociedad en general y que están ahí, pues por que… tiene que haber de todo, digo yo…

     Viene a que, en mi barrio, hay mucha gente así. Gente que cuando me mudé, me ofreció su casa y que me hizo creer que eran buenas personas. Igual son las mejores personas del mundo, pero desde luego, no lo han sido para mí.

     Hace un par de días, estaba hablando con un amigo común y una de estas personas de las que os hablo venía con la novia del chico con el que yo hablaba… Pues bien, esta persona tan maja que me dijo un día que si necesitaba algo no dudara en llamar a su puerta, se camufló detrás de la amiga (como si con eso no la viera) y rehusó decirme siquiera hola…

     No le he hecho nada, no le debo dinero, no la he insultado… es para mí una incógnita porqué se ha vuelto tan gilipollas, la verdad…

     Y como esa, muchísimas historias más, con ella y con otras personas.

     También digo que no me afecta mucho; es decir, me sorprende un poco, pero no me duele… he conocido a demasiada gente así y opto por tratarlos de la misma manera que ellos a mí: Me saludas, te saludo; no me saludas, que te jodan, yo a ti tampoco.

     Cuando eso te lo hace gente de tu familia, gente muy cercana, ya es otro telar… Sobre eso y otras cosas, otro día…

     Luego me dicen que por qué no me abro más con la gente y que soy muy desconfiada… si es que si te tratan a palos, no ves otra cosa…

     Por cierto, ¿tenéis gente falsa a vuestro alrededor? ¿Cómo os distéis cuenta? ¿Les seguís tratando? ¡Dejad algún comentario!