martes, 30 de abril de 2013

HOY…

Junto a un coche (retocada)Hoy es el cumpleaños de mi madre. Cumple 78 años.

     Como es costumbre en casa, no haremos celebración… Ya sé que es motivo para ello, pero solo estamos nosotras dos y, además, en lo que yo recuerdo nunca se ha hecho nada especial, salvo en caso de niños…

     Le he regalado un reloj, porque la muy cabezona llevaba varios meses con el suyo parado y no había manera de quitárselo…

     Con la muerte de mi tío tan reciente (el próximo día 2 hará un mes), soy cada vez más consciente de la edad que tiene, y de la suerte que tengo (y tiene) de que, aparte de su diabetes, está bastante bien de salud.

     Tiene achaques, claro, ¿y quién no a esa edad? ¡Joder! Yo tengo 37 y hay días que estoy para que me rematen…

     Hablar de mi madre se me hace raro, la verdad. Porque se supone que escribo aquí con la intención de ser sincera…

     Puedo decir sin que me tiemble el pulso que es una mujer buena. A todo el mundo le da lo que tiene, sin dudarlo. La he visto quedarse sin algo para dárselo a otros, eso es así.

     Pero también es rencorosa, si le haces algo o le contestas de determinada manera que a ella no le gusta, te la guarda. Puede parecer que se ha olvidado, pero a la que te descuides, te lo planta en la cara, no se corta un pelo.

     No es una madre muy cariñosa. No es de esas madres que están dando besos y abrazos cada dos por tres… Recuerdo que cuando era pequeña me daba un beso cuando me iba al cole, pero cuando llegué a esa edad en la que nos parece una vergüenza (que levante la mano al que no le haya pasado), se ofendió porque se lo dije y no volvió a hacerlo…

     Pero sé que me quiere. Es de esas madres que, aunque no te lo demuestre, se preocupa por ti… si tardas demasiado en volver, si te va bien en el trabajo… en algunas ocasiones es extremadamente sobreprotectora, llegando a ser un tanto asfixiante (herencia de una madre que fingía ataques cada vez que alguien le llevaba la contraria, por otro lado…).

     Estamos solas desde que murió mi padre y, la verdad, no veo fácil que deje de ser así… El tío que me quiera tendrá que asumir que ella va en el lote (aunque con los tiempos que corren, tener a alguien con una pensión (de momento), puede ser un chollo). No me veo capaz de dejarla vivir sola…

     Primero por lo avanzado de su edad. Y luego por su personalidad… Como ya he dicho, mi abuela era un todo personaje, muy hábil en el chantaje emocional; algo que todas sus hijas han heredado… Ya me la imagino ante la noticia de que me voy de casa, alegando que cómo soy capaz de dejarla sabiendo que no está bien, que soy una mala hija, etc., etc..

     Pero no os llevéis a engaño, no es que esté realmente mala. Ya os he dicho que, en general está muy bien de salud. De echo, si la vierais por la calle, veríais a una mujer mayor, pero bastante ágil. Su problema es quedarse sola. No lo soporta. Como todas sus hermanas, necesita tener a su cachorro cerca…

     Bueno, no me enrollo más; simplemente quería que supierais cómo es mi madre… y os he hecho un pequeño esbozo, me he dejado muchas cosas en el tintero…

     En definitiva, es una mujer capaz de sacarme de quicio, pero también una mujer que admiro porque, a veces la gente la trata fatal (no digamos ya la vida) y, a pesar de todo, ella sigue confiando en ellos. No sé si es porqué no se da cuenta de cómo la tratan o porque, en ocasiones, prefiere no verlo…

    Por lo bueno y por lo malo, por todos los años que llevamos juntas (y que se sean unos cuantos más)… ¡Muchísimas felicidades, mamá!

domingo, 21 de abril de 2013

KIKA

Kika 21-4-2013Hoy mi casa se ha quedado un poquito más silenciosa…

Kika, una de los cuatro periquitos con los que hemos compartido la vida se nos ha ido…

En diciembre se fue su pareja durante un año, Pinón, y hoy, no sabemos exactamente por qué causa, se nos ha ido ella.

Kika era el bicho más latoso que he conocido nunca… no se estaba quieta ni siquiera de noche. Picaba los comederos, arrancaba trozos de pared, el papel de la bandeja de la jaula…

Hace un par de años, creo, mis primos le regalaron un juguete con cuatro bolas con cascabeles… cuando “enviudó” no se lo ocurrió otra cosa que romper el elástico que sujetaba las bolas y pasearse por la jaula lanzando una de las bolas como si fuera una pelota.

Incontables las veces que la reñía, incontables las veces que, por fuerza, me tenía que reír, porque me vigilaba mientras la reñía, esperando que me fuera para volver a la carga…

Hoy ya no hay ruidos procedentes de su jaula… solo un rincón tan frío como su cuerpo cuando la encontré…

¡Joder, como la echo de menos!

Hasta siempre, pequeña.

Vuela libre al otro lado del arco iris, con tus compañeros.

viernes, 5 de abril de 2013

HASTA PRONTO TÍO…

tío camacho 22-10-08 “y marchándose dirá: que descanses bien y con tranquilidad, y que la tierra te sea ligera sobre los huesos, bien resguardada.”
Tíbulo (Elegías, 2, 4, 50)
EL dos de abril, sobre las cinco y media de la tarde, nos dejó mi tío Camacho…
Se llamaba Antonio, pero todo el mundo lo conocía por su apellido, incluso nosotros le llamábamos así.
Le recuerdo estirado y elegante, siempre hecho un pincel. Pateando Avilés de una punta a otra, siempre bromeando con la gente. Todo el mundo le conocía y le quería.
Era el alma de las reuniones familiares, siempre disfrazándose y contando chistes para que la gente se riera… y cantando… cantaba muy bien coplas de su querida Huelva…
También podía ser hosco, se enfurruñaba y protestaba, aunque no tuviera motivos… A veces rayaba en lo cruel, según su humor, sobre todo en los últimos años...
Estuvo enfermo los últimos años, problemas de unos bronquios castigados por el tabaco y por años trabajados en la mina de Río Tinto.
Fue su enfermedad, unido a que no aceptaba estar enfermo y mayor, lo que hizo que su humor se volviera más oscuro, que peleara más, que estuviera siempre hablando de morirse y mandarlo todo a tomar viento.
Le vi hace un par de semanas. Estaba malito, pero más o menos lúcido y tenía ganas de mimos y de broma… aunque no dejaba de cagarse en todos los santos.
Teníamos la esperanza de que saliera del hospital, pero la realidad es que hacía casi un mes que había dejado de luchar y solo quería irse…
Dejó de comer, protestaba cuando tenía que tomarse los medicamentos y juramentaba cada vez que intentaban sondarle…
Esta mañana, le retiraron la medicación. Estaba muy medicado y, a pesar de ello, tenía una fiebre altísima que le llevaba a delirar llamando a antiguos familiares ya fallecidos… su hijo estuvo con él toda la mañana y se fue a comer, como siempre. En ese intervalo, solo, como su mujer 14 años antes, dejó el cascarón inútil en que se había convertido su cuerpo.
Él, que siempre fue un espíritu libre y que había pasado varios años encerrado en casa, voló por fin, al encuentro de quién sabe que mundo, definitivamente mejor que este.
Le voy a echar de menos. En muchos sentidos, hizo las funciones de padre cuando perdía al mío. Y aunque a veces me sacaba de quicio, era imposible pasar mucho tiempo enfadada con él. Y ahora lo estoy, y mucho, por rendirse y dejarnos.
Se rindió, dejó de luchar y por ello hoy lloramos su pérdida.
Le vamos a echar muchísimo de menos, como ya dije era la alegría de la huerta y siempre tenía un chiste en los labios o alguna ocurrencia que nos divirtiera… Y así es como quiero recordarle, divertido, ocurrente, siempre haciéndose notar, vital…

28/5/2013: Añado este vídeo, editado por su hijo, mi primo, como homenaje a un gran hombre...